Beneficios y técnicas de masajes para bebés
Descubrí los beneficios de los masajes para bebés y aprendé a relajar a tu pequeño con nuestros consejos especializados.
Los masajes para bebés son excelentes para relajarlos y aliviar muchos de sus problemas de pancita. Descubrí cómo hacerlo con estas instrucciones de masaje de pancita para tu bebé.
Con un masaje, además de brindarle todo tu amor a través de la calidez de tus manos, relajarás a tu bebé y le permitirás conciliar mejor el sueño.
Beneficios de los masajes para bebés
Esta terapia contribuye a que los bebés se calmen, se enfermen menos, concilien mejor el sueño, les cueste menos quedarse dormidos y estimulen un desarrollo psíquico positivo. Además, los abrazos y el contacto físico brindan mucha seguridad a tu bebé.
Esto se debe a que los masajes involucran todos sus sentidos, generando sensaciones de bienestar y placer. No solo sienten el contacto de las manos sobre su piel, sino que también experimentan sensaciones a través de la audición, el olfato y la visión, lo que les permite desarrollar de mejor manera todos sus sentidos. Algunos de sus beneficios más importantes son:
- Los masajes ayudarán a tu bebé a desarrollar su motricidad y coordinación muscular, ya que, además de frotar sus extremidades para relajar sus músculos, puedes mover las articulaciones de su cadera, brazos, hombros, codos, rodillas, tobillos, manos y pies.
- El sentido del tacto también se beneficia, ya que la piel cuenta con terminaciones nerviosas que envían señales al cerebro, permitiendo que el bebé empiece a ser consciente de su propio cuerpo.
- Para estimular estas terminaciones nerviosas, puedes frotar su piel con diferentes formas, texturas y temperaturas. Algunos objetos como sonajas suaves, pelotitas, esponjas u osos de peluche pueden ser de ayuda.
Masajes para bebés con problemas digestivos
A pesar de que los bebés alimentados con leche materna tienen un menor índice de problemas digestivos, no están exentos de sufrir malestares estomacales como cólicos o estreñimiento. Estos problemas suelen provocar dolor y, por ende, mucho llanto.
Sin embargo, algunos bebés tienen una gran tolerancia al dolor, por lo que es importante estar atento a otros indicadores para identificar molestias digestivas, como:
- Abdomen inflamado
- Deposiciones notablemente secas o en bolitas
- Llanto antes o durante sus evacuaciones
- Irritabilidad
- Incomodidad al ponerlo boca abajo
¿Cómo puedo identificar que mi bebé se siente mal?
Si notas que está irritable y llora, pero tiene el pañal limpio y no siente hambre, pon atención a:
- Su pancita: si está inflamada, podrás notar que se incomoda al acostarlo boca abajo.
- Su popó: si llora antes o durante las evacuaciones y tiene deposiciones secas o en forma de bolitas, podría estar estreñido.
¿Cómo darle un masaje al bebé?
Podés empezar a darle masajes desde el primer mes de vida; la idea es que sea uno por día. No necesitás ser una experta, acá te dejo algunas recomendaciones de cómo hacerlo:
- Elegí un momento en que tu bebé esté relajado, como después del baño nocturno.
- Atenuá las luces si se acerca la hora de dormir.
- Relajá tus manos y centrá tu mente en tu bebé. Quitate pulseras y anillos.
- Sentate en el suelo con una colchoneta, en la cama o arrodillada. Durante el ejercicio, mantené contacto visual, conversá o cantale constantemente a tu bebé.
- El lugar donde realices el masaje debe tener una temperatura cálida (20 a 22°C), ya que idealmente tu bebé debe permanecer desnudo.
- Untá tus manos con aceites naturales o especiales para bebé, previa consulta con tu pediatra. Asegurate de que tus manos estén tibias.
- Empezá con los pies del bebé. Estirá y masajeá sus dedos de los pies.
- Subí por las piernas, masajeando con suavidad y apretando sus músculos. Apoyá sus tobillos con una mano.
- Continuá con los brazos del bebé. Apoyá sus muñecas con una mano.
- Terminá con un masaje en la pancita y el pecho. Masajeá de forma circular y con movimientos suaves de arriba hacia abajo y del centro hacia afuera, es decir, desde la cabeza hasta los pies, pasando por el cuello, el tronco, los brazos, las manos, la pancita, las piernas y los deditos. Luego, por la espalda, desde los hombros hasta los talones, siguiendo movimientos circulares.
- Es conveniente empezar por la parte delantera del cuerpo para que el bebé pueda tener contacto visual contigo y ver lo que hacés con tus manos.
- Una vez que termines, abrigá al bebé de inmediato para que no se enfríe. Si está resfriado, con fiebre o diarrea, no es recomendable realizar esta terapia.
- Detené el masaje si el bebé no lo está disfrutando. No a todos les gusta.
- También pará si el bebé se queda dormido.
Por supuesto, podés continuar el masaje con este último movimiento de pulgares sobre su espalda. Para las piernas y brazos, realizá movimientos envolventes que le ayuden a destensar los músculos. Un masaje después de la hora del baño puede ser de gran ayuda no solo para mejorar su tránsito intestinal, sino también para darle un descanso placentero. ¡Recordá mantener la conexión visual y hablarle suavemente durante el masaje para que se sienta seguro y relajado!
Con ayuda del masaje, tu bebé puede relajarse, conciliar mejor el sueño y hasta mejorar su digestión. Pero ¿sabías que el contacto piel a piel con tu pequeño refuerza los lazos afectivos? ¡Es una gran oportunidad para involucrar a papá!
El contacto físico y las demostraciones de amor son muy importantes para que tu bebé tenga un buen desarrollo social, y aunque sea muy pequeño, el masaje puede ayudarle a percibir el cariño que sientes por él. Recuerda que todos los cuidados que tengas ahora repercutirán en su vida adulta. ¡Disfrutá estos momentos especiales con tu bebé!
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