Mi octavo mes de embarazo
Ya llevo entre 33 y 36 semanas sin la menstruación; es decir, entre 31 y 34 semanas de embarazo. El bebé se prepara para salir: se coloca con la cabeza hacia abajo. Acabo de sentir una contracción de verdad, pero leve. ¡Se acerca el gran día!
¿Cómo evoluciona el bebé?
El bebé prosigue su crecimiento: durante estos dos últimos meses, doblará su peso y ¡crecerá unos diez centímetros!
Durante el octavo mes de embarazo, va a invertir completamente su postura para adoptar la posición que tendrá en el momento del parto, a saber, en el 95% de los casos, con la cabeza hacia abajo, bien curvado y con la espalda orientada hacia la izquierda. Esto se puede verificar en el último ultrasonido: es lo que se denomina la presentación.
Mientras tanto, el bebé va perfeccionado su cuerpo: los huesos se refuerzan, el cabello crece, la piel se torna rosa, las uñas se forman… Las funciones de eliminación ya actúan: los riñones eliminan unos 30 ml de orina por hora. Además, su intestino se llena progresivamente de meconio, una sustancia oscura y espesa que será su primera deposición cuando nazca. Al final del octavo mes, el bebé ya puede empezar a descender a la pelvis. Quizás sientas punzadas o dolores difusos en el bajo vientre. No te preocupes, es normal: las articulaciones de la pelvis empiezan a separarse ligeramente para abrirle paso.
Buenos hábitos alimentarios
En esta fase, el bebé engordará un promedio de 200 g a la semana. ¡Ahora más que nunca hay que aportarle todos los nutrientes necesarios para un buen desarrollo! Tú también necesitas energía para afrontar esta recta final. Tu cuerpo necesita acumular reservas de cara al parto y la lactancia. ¡No es momento de ponerte a hacer dieta! ¡Cuidado con las golosinas entre comidas en estos dos últimos meses! Al contrario, tienes que aprovechar para esmerarte aún más en tu alimentación. Aprovecha si tienes tiempo libre para ir al mercado, comprar frutas y verduras frescas, y cocinar. Éstas te aportarán la vitamina C necesaria para proteger tus células y venas y contribuir a una buena absorción del hierro, algo esencial para recuperar tu nivel de glóbulos rojos.
La pregunta del mes: ¿cuáles son los mejores alimentos para preparar la lactancia?
Antes de darle pecho a tu bebé, intenta dar prioridad a las proteínas, el calcio y la vitamina D, nutrientes esenciales para proporcionar al bebé una leche de calidad (suele recomendarse un suplemento de vitamina D en forma de ampolla, consúltalo con el médico). Mantén una alimentación equilibrada y variada, rica en frutas y verduras, productos lácteos, lentejas y cereales, todo ello acompañado de proteínas animales (carne, pescado, huevos) y materias grasas, pero de las buenas, como las que se encuentran en el aceite de oliva, en los pescados azules y en los frutos secos. Sigue asimismo bebiendo abundante agua: entre 1,5 l y 2 l al día. Limita el consumo de bebidas azucaradas, como los refrescos, pero también de café o té (2 tazas al día a lo sumo). En cuanto al alcohol, se desaconseja de forma contundente su consumo durante toda la duración del embarazo y la lactancia.
El bebé ya ocupa mucho espacio. De hecho, cada vez se siente más incómodo en tu vientre en vísperas del 9º y último mes de embarazo. Tu diafragma y tus pulmones están oprimidos y provocan una sensación normal de ahogo. Recuerda… ¡la paciencia es la madre de la ciencia!
Sonia, 28 años, embarazada de 8 meses:
"Pronto tendré mi licencia por maternidad; me va a venir muy bien para recobrar fuerzas y tener tiempo para preparar la habitación del bebé. Por lo demás, ya he engordado 11 kg y parece que el bebé todavía tiene que doblar su peso, ¡no sé cómo va a caber!"
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