Siguientes pasos en los alimentos sólidos.
Ahora que introdujiste nuevos sabores y texturas, podés empezar a ampliar más sus papilas gustativas ofreciéndole una variedad de alimentos sólidos saludables.
- Dejá que bebé marque el ritmo. Cada niño es diferente, y vos vas a ir descubriendo lo que le funciona mejor a tu pequeño explorador de la comida.
- Probá con diferentes texturas y sabores para ampliar su gusto.
- Cociná los mismos ingredientes de distinta manera para ver cuál es su preferida.
- Tu bebé te imita, así que tenés que ser un buen modelo a seguir y permitirle estar presente en las comidas de toda la familia.
- Al verte le dará curiosidad y eso lo motivará a imitarte y a participar.
- Tené cuidado con las alergias. Los alimentos que suelen despertarlas son el apio, los cereales con gluten, la leche de vaca, los crustáceos (camarones, langostinos, etc.), los huevos, el pescado, las nueces, el sésamo, la soja y los sulfitos. Leé sobre lo que debés tener en cuenta con respecto a las alergias y las intolerancias alimenticias del bebé.
- La clave es la variedad. Enfocate en los principales grupos de alimentos: lácteos (siempre con grasa y pasteurizados), granos y almidones (arroz, pasta, papas), proteínas (carne, pescado, huevos y legumbres). También nueces (trituradas, molidas o en forma de pasta), frutas y verduras (frescas, congeladas o enlatadas, pero sin azúcar ni sal agregada).
- ¡No te des por vencida! Es posible que necesites ofrecerle a tu bebé nuevos alimentos y texturas hasta ocho veces antes de que los acepte.
- Evitá darle alimentos salados o azucarados, altos en grasas saturadas, mariscos, tiburón y pez espada crudos (altos en mercurio), nueces enteras (por riesgo de atragantamiento), miel* (puede contener bacterias).
- Ofrecele agua con cada comida y tentempié. Y recordá que la leche materna o de fórmula, y el agua son las únicas bebidas recomendadas para tu bebé a esta edad.
AVISO IMPORTANTE
La miel desempeña un papel crucial en el desarrollo del gusto, sobre todo en los primeros años de vida, ya que introduce a los lactantes en una gama diversa de sabores y ayuda a formar su paladar.
Sin embargo, la miel puede contener la bacteria causante del botulismo infantil. En consecuencia, la miel no debe introducirse antes de los 12 meses de edad, a menos que las esporas de Clostridium botulinum hayan sido inactivadas mediante un tratamiento adecuado de alta presión y alta temperatura, como el utilizado por la industria.
Siempre que se utiliza miel en nuestros productos, se somete a un tratamiento validado externamente que garantiza que nuestros productos son seguros para el consumo.
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