Alimentación del niño con alergia a la proteína de la leche
Muchos sentimientos pueden surgir cuando se ha confirmado o se sospecha alergia a la proteína de la leche en un bebé; por una parte, es de gran tranquilidad conocer cuál podría ser la causa de las molestias y síntomas del niño, pero por otra, las inquietudes sobre la alimentación podrían resultar abrumadoras.
Gracias a una detección temprana, la mayoría de los niños pueden sobrepasar este tipo de alergia conforme crecen, pero esto depende del seguimiento óptimo del tratamiento indicado por el especialista.
Si bien, el plan a seguir en estos casos debe ser adaptado a las condiciones específicas de cada niño, puede incluir un aspecto o una combinación de las siguientes:
Dieta de eliminación de proteínas alergenas (en el caso de bebés alimentados con leche materna): la madre debe evitar el consumo de aquellos alimentos que puedan estar provocando alergia en el bebé, siendo los lácteos y derivados los más importantes:
1. Leche
2. Crema dulce
3. Leche agria
4. Leche condensada
5. Yogurt
6. Leche evaporada
7. Mantequilla
8. Queso
Algunos nombres en los productos procesados que pueden indicar la presencia de proteína de la leche son:
a. Caseína
b. Suero
c. Caseinato
d. Lactoalbúmina
En algunas ocasiones, también podría aconsejarse la eliminación del huevo, nueces, trigo y pescados, por un riesgo aumentado de alergia a estás proteínas.
Es importante, que la madre busque consejo de un profesional en nutrición cuando la dieta sea muy restrictiva, para evitar deterioro en su estado nutricional. Se recomienda un suplemento de calcio.
• Introducción de alternativas a la leche materna, que han sido modificados en su contenido de proteína para mejorar la tolerancia y digestión.
• Dieta de eliminación de la proteína de la leche: si el bebé tiene más de 6 meses y se ha dado la introducción de alimentos distintos a la leche materna o fórmula, deben de evitarse todos los lácteos y productos con leche adicionada, hasta que el médico lo indique.
La reintroducción de alimentos que desencadenan la reacción alérgica dependerá de la evolución, seguimiento del tratamiento y severidad inicial de la condición.
Estas recomendaciones en ningún momento tienen el objetivo de sustituir las indicaciones médicas, solo de esclarecer las posibles opciones disponibles, aclarando que pueden existir otros aspectos no mencionados.
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