Importancia de la leche materna desde el nacimiento
La leche materna es el alimento ideal para tu bebé durante los primeros 6 meses y la mejor base posible para una vida saludable.
La leche materna ayuda a proteger a los niños contra la diarrea, las infecciones de oído, las infecciones respiratorias y las enfermedades alérgicas.
Los efectos protectores de la leche materna van mucho más allá de los efectos inmediatos durante la infancia y la niñez. Se cree que la lactancia también juega un papel en la disminución del riesgo de padecer algunas enfermedades importantes más adelante, como obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas e hipertensión.
Proteína de la leche materna
Tu bebé crece rápidamente y necesita relativamente más proteína que los niños y los adultos. Casi todos los aspectos del crecimiento de tu bebé dependen en parte de la proteína:
Es el componente esencial de nuestro tejido corporal: músculos, órganos, enzimas, hormonas, sangre, piel, cabello y más.
Es especialmente importante para los bebés, ya que crecen rápidamente y necesitan más proteína por cada kilogramo de peso corporal que los niños y los adultos.
La proteína de la leche materna fomenta un crecimiento y un desarrollo adecuados debido a que su cantidad y calidad corresponden exactamente a las necesidades del bebé.
La leche materna no es un menú fijo.
La composición de la leche materna se adapta constantemente a las necesidades de tu bebé y cambia a lo largo de la lactancia, incluso durante una misma sesión de alimentación. Conforme observas las señales de hambre y satisfacción de tu bebé, este puede consumir la cantidad adecuada de leche materna para un crecimiento saludable. Los nutrientes que contiene tu leche materna cambiarán junto con tu bebé conforme crece y se desarrolla.
Cada madre produce su propia leche única porque su dieta afecta la cantidad de algunos nutrientes, como vitamina A, vitamina D, vitaminas del complejo B, yodo, ácidos grasos esenciales y el ácido graso polinsaturado de cadena larga, DHA.
Es importante que la mamá consuma una dieta saludable mientras amamanta y que beba mucha agua y otros líquidos para ayudarle a la producción de leche.
Beneficios de la lactancia materna
- Al alimentar a tu hijo con leche materna, se fortalecen los lazos afectivos y la relación madre-hijo y se genera un mayor apego entre ambos.
- El calostro, que es la leche que se produce durante los primeros días, además de ser rica en proteínas y vitamina A, contiene anticuerpos que ayudan a proteger a tu bebé contra infecciones durante sus primeros meses de vida.
- Cuando sientas que tu bebé ha terminado de mamar, retirá el pecho de su boquita ayudándote con los dedos, así suspenderá la succión y podrás prevenir una lesión en el pezón.
- Para asegurarte de que tu pequeño vacíe ambos pechos, procura partir siempre con el pecho que terminaste.
Después de los 6 meses de edad, la leche materna no es suficiente para satisfacer los requisitos de algunos nutrientes, especialmente energía, proteína, hierro, zinc y las vitaminas solubles en grasa A y D.
Se deben ofrecer alimentos ricos en nutrientes, como cereales infantiles fortificados con hierro, para evitar cualquier ‘hueco nutricional’ en tu niño(a) en desarrollo.
Durante el primer año de vida del bebé, sus necesidades nutricionales son mayores que las de un adulto
La leche materna es el alimento ideal para tu bebé durante los primeros 6 meses y la mejor base posible para una vida saludable. La leche materna ayuda a proteger a los niños contra la diarrea, las infecciones de oído, las infecciones respiratorias y las enfermedades alérgicas.
Los efectos protectores de la leche materna van mucho más allá de los efectos inmediatos durante la infancia y la niñez. Se cree que la lactancia también juega un papel en la disminución del riesgo de padecer algunas enfermedades importantes más adelante, como obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas e hipertensión. Los bebés tienen barrigas pequeñas, pero grandes necesidades nutricionales.
Debido a su extraordinario ritmo de crecimiento y desarrollo, en combinación con sus pequeños estómagos, los bebés mayores y los niños pequeños requieren alimentos que sean relativamente ricos tanto en energía como en nutrientes.
Conforme los niños se vuelven más independientes para comer y están conscientes de lo que los demás están comiendo, es importante ser un buen ejemplo para seguir en la mesa familiar para que tu niño pueda aprender de ti la manera de elegir alimentos saludables y establecer preferencias alimenticias saludables. Incluye frutas y verduras en las comidas, y si tú y otros miembros de la familia consumen estos alimentos, esto aumentará la probabilidad de que tu niño los consuma también.
Algunas de nuestras preferencias en cuanto a sabores son innatas, mientras que otras se aprenden. Por ejemplo, los niños gustosamente comen puré de manzana sin endulzar, sin embargo, si se acostumbran a comer puré con azúcar adicionada, es más probable que posteriormente prefieran la versión endulzada. Lo mismo ocurre con los alimentos salados.
Continúa educando el paladar de tu niño con nuevos alimentos en la mesa familiar que no estén demasiado sazonados con azúcar y sal adicionales.
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