Manejo de berrinches: Consejos efectivos para padres
Manejar los berrinches de los niños puede ser un desafío, pero aquí encontrarás consejos efectivos para lidiar con estas situaciones.
Aprendé a lidiar con los berrinches de tu peque sin volverte loco. Mantené la calma, entendé las emociones de tu chiquitín y buscá maneras de manejar la situación de forma tranquila y efectiva. ¡Vamos que se puede!
Llegó el temido momento: el primer berrinche de tu bebé. Entendemos que hayas escuchado diversas experiencias de otras mamás y hayas leído consejos variados por todos lados. Pero recordá que, así como tu pequeño es único para comer, también lo es en cuanto a su comportamiento.
Cada niño es diferente, y lo que funciona para unos puede no funcionar para otros. Esto no debería ser un problema; al contrario, son momentos que te permiten conocer mejor a tu hijo, de manera que llegará el día en que sepas exactamente qué hacer. Mantené la calma y confiá en tu instinto de mamá.
¿Por qué pasan los berrinches?
Tu pequeño ya no es un bebé y comienza a expresarse con algunas palabras o gestos que te ayudan a entender lo que necesita, como cuando dice "eche" y alza su dedito pulgar, indicándote que quiere leche o que tiene hambre. Este tipo de necesidades son fáciles de entender y atender, pero cuando se trata de emociones, las cosas funcionan de manera diferente.
Es importante recordar que tu hijo aún no comprende completamente qué son las emociones, por lo tanto, no sabe expresarlas adecuadamente y mucho menos controlarlas. Los berrinches suelen comenzar entre los 12 y 18 meses de edad, intensificándose entre los 2 y 3 años. Después de esta etapa, es probable que pueda expresar sus emociones con palabras.
Entonces, si tu pequeño se siente frustrado, enojado o triste, la única manera que encuentra para expresarse es a través de llantos, gritos y pataletas. Muchas situaciones pueden provocar estas emociones en tu peque, como cuando:
- No entienden lo que le estás diciendo o preguntando
- La gente no lo entiende
- No sabe cómo decirte lo que necesita o siente
- No sabe resolver un problema por él mismo
- Tiene hambre
- Está cansado
- Está ansioso o incómodo
- Está estresado por algún cambio en el ambiente familiar
- Está celoso de otros niños
¿Cómo evitar berrinches?
Va a ser bastante difícil evitar todos los berrinches, ya que, como hemos visto, es una parte normal del desarrollo de tu hijo y ambos deben aprender a superarlos juntos. Es una etapa de crecimiento y descubrimiento para él, y para vos, una oportunidad para comprender mejor sus necesidades y emociones. Mantené la paciencia y la empatía, recordando que esta fase pasará y que estás allí para guiarlo en su camino hacia el control emocional. Sin embargo, los siguientes consejos podrían ayudarte:
- Cuando tu hijo experimente alguna emoción, enséñale cómo se llaman. Por ejemplo: “Sí, sé que estás enojado. Ven, te abrazo.” De esta manera, es más probable que en las próximas ocasiones pueda expresarte lo que siente.
- Establecé límites claros, pero recordá que no es perfecto. Explicale el motivo de las reglas y mantenelas consistentes. Los niños tienden a tener menos berrinches cuando las reglas son claras y constantes.
- Mantené su rutina diaria lo más estable posible, para que siempre sepa qué esperar.
- Evitá situaciones que puedan frustrar a tu pequeño, como darle juguetes que no son apropiados para su edad.
- Llevá siempre contigo snacks saludables y adecuados para su edad, por si tiene hambre y no están en casa.
- Asegurate de que tu pequeño duerma lo suficiente durante la noche y sus siestas. Un buen descanso es fundamental para su bienestar emocional
Consejos para evitar los berrinches
- Establecé reglas claras y mantenete firme en ellas.
- Felicitá a tu hijo cuando haga algo bien e ignorá comportamientos no deseados.
- Delegá tareas sencillas que pueda realizar por sí mismo, fomentando su independencia.
- Brindale opciones simples para fomentar su toma de decisiones.
- Tratá de evitar el uso frecuente de la palabra "no" y reformulá las negativas de manera positiva.
- Mantené una rutina diaria consistente, incluyendo comidas, siestas, tiempo de juego y descanso.
- Asegurate de que la rutina de sueño sea tranquila y constante.
- Realizá salidas cortas y evitá aburrirlo durante las compras.
- Distraé a tu hijo si percibís que se avecina un berrinche, utilizando ruidos divertidos o cambiando de juguete.
- Si el berrinche ya comenzó, mantené la calma.
- Evitá utilizar la comida como una forma de calmar un berrinche.
- Los mimos pueden ser efectivos para brindar seguridad.
- No cedas a las demandas del berrinche.
- Una vez que termine el berrinche, abrazá a tu hijo.
- Recordá que los berrinches son normales y temporales en el desarrollo de tu hijo.
Descubrí la mejor forma de manejar los berrinches
Anticiparse
Identificá las situaciones que suelen desencadenar los berrinches y buscá formas de evitarlos. Por ejemplo, en lugar de decirle "ya vámonos", decile "te quedan 5 minutos para jugar, porque ya nos vamos". Esta comunicación anticipada puede ayudar a tu hijo a prepararse para el cambio y reducir la posibilidad de un berrinche.
Negociar
Incluir a tu hijo en algunas decisiones puede ayudar a disminuir los berrinches. Sin embargo, no siempre es posible darle opciones. Por ejemplo, podés preguntarle "¿querés tomar un baño ahora o antes de dormir?", pero no es recomendable preguntarle "¿querés ir a la guardería?" ya que esto le daría la opción de negarse a algo que no está en discusión. Es importante ofrecer opciones cuando sea apropiado y mantener límites claros en situaciones que no permitan elección.
Hablar
Incentivá a tu hijo a expresar lo que le sucede, independientemente de su edad. De esta manera, aprenderá a comunicar lo que está sintiendo. Preguntale qué le provoca enojo, cómo podés ayudarlo y ofrécele opciones viables. Fomentar la expresión emocional contribuye al desarrollo de habilidades de comunicación y le brinda herramientas para gestionar sus emociones de manera más efectiva.
Ser firme
Una vez que comienza el berrinche, es crucial hacer caso omiso, ya que ceder a sus demandas reforzaría la idea de que este comportamiento es una forma funcional y efectiva de conseguir lo que quiere. Es importante señalar que ignorar su comportamiento no implica ignorar al niño. Asegurate de que no pueda hacerse daño a sí mismo y de que no esté en una situación donde alguien más pueda hacerle daño. No importa la intensidad del berrinche, no debés caminar dejándolo atrás ni perderlo de vista. La seguridad del niño siempre debe ser la prioridad.
Cumplir tu palabra
Una regla de oro es cumplir lo que se promete, ya sea para bien o para mal. Los berrinches son una etapa normal en el desarrollo infantil, y es crucial que mantengas la calma, trates de empatizar con tu pequeño y lo ayudes a comprender y tolerar la frustración para evitar que esta fase se prolongue innecesariamente. La consistencia, la paciencia y el apoyo emocional son clave para superar esta etapa de manera positiva.
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