Consejos para el reflujo en bebés: Alivio y cuidado especial
Descubrí cómo aliviar el reflujo en bebés con nuestros consejos especializados. Cuidá la salud de tu pequeño.
Si tu bebé repite un poco de leche después de comer, descubrí cómo podés reducir el reflujo con los siguientes consejos:
Al nacer, el estómago de tu bebé era muy pequeño, del tamaño de una canica, y al décimo día apenas tenía el tamaño de un huevo. Imaginar esa pequeña capacidad ayuda a comprender que, a pesar de la percepción de que deberían consumir grandes cantidades de leche, los bebés pueden experimentar reflujo debido a su limitada capacidad gástrica.
La tendencia de los bebés a comer rápido en los primeros meses y la posibilidad de sobrealimentación o tragar aire durante las tomas de leche son factores comunes que contribuyen al reflujo ocasional. Es importante destacar que los bebés que repiten un poco de leche de una a dos veces durante o poco después de cada toma, y que no muestran síntomas de incomodidad, generalmente son bebés sanos y felices.
La observación y comprensión de las necesidades individuales de tu bebé, así como la consulta con el profesional de la salud, son fundamentales para asegurarte de que tu bebé esté recibiendo la cantidad adecuada de alimentación y para abordar cualquier preocupación relacionada con el reflujo de manera apropiada.
Mi bebé tiene reflujo, ¿qué puedo hacer?
El término "reflujo" se utiliza para describir la regurgitación de una pequeña cantidad de leche que el bebé ha consumido durante la última toma. Es un fenómeno común en lactantes menores de 6 meses y, en la mayoría de los casos, tiende a desaparecer con el tiempo a medida que el sistema digestivo del bebé se desarrolla y madura.
Te decimos algunos de los motivos:
- Inmadurez digestiva: Cuando tu hijo se alimenta, la leche que ingiere debe realizar un determinado recorrido a través de su organismo para llegar a su estómago. Entre la garganta y el esófago, existe un anillo llamado esfínter esofágico, que funciona como una puerta para garantizar que los alimentos no puedan regresar por sí mismos.
- Comer demasiado rápido: En situaciones de gran hambre, los bebés tienden a succionar con rapidez para satisfacerse, provocando que su pequeño estómago supere su capacidad. Es similar a sobrecargar un tanque; inevitablemente, se desbordará al exceder su límite.
- Tragar aire durante la toma: Este aspecto está relacionado con el punto anterior, ya que al sentirse hambrientos, los bebés tienden a tragar aire. Este aire ocupa espacio y, posteriormente, busca salir, expulsando la leche ingerida.
Durante los primeros meses de vida, es común que los bebés repitan la leche o tengan ligeros vómitos. Es importante tener en cuenta que su sistema digestivo se está adaptando a un nuevo alimento en un entorno diferente, y algunos bebés pueden tardar más en adaptarse.
Cuando tu bebé toma leche materna, esta pasa por la garganta, se dirige hacia el esófago y finalmente llega al estómago. Entre estos dos órganos, se encuentran unos anillos que actúan como "puertas" al estómago una vez que el alimento ha sido ingerido. Estos anillos se llaman esfínteres esofágicos.
En algunos casos, los bebés nacen con poca fuerza en estos esfínteres y no logran cerrarse por completo, lo que provoca que el pequeño repita y/o vomite la leche que tomó, comúnmente conocido como reflujo.
Cómo evitar el vómito después de su alimentación
- Mantenerlo en posición vertical por al menos media hora después de alimentarlo, para que la gravedad mantenga la leche en su lugar.
- Evitar sobrealimentar a tu pequeño. Es preferible darle leche más frecuentemente en pequeñas tomas.
- Asegurarse de que tu bebé no tenga nada que ejerza presión en su estómago, como pantalones ajustados en la cintura o los cinturones de seguridad de la silla del coche.
- ¡Ayudar a tu bebé a expulsar el aire después de cada toma de leche! El aire que los bebés pueden tragar durante la comida forma burbujas en su estómago que necesitan ser expulsadas. Estas burbujas pueden abrir de nuevo el esfínter, provocando la salida de la leche contenida en el estómago.
- Revisar que tenga un adecuado agarre del pecho para evitar la ingestión de aire.
Otra de las causas más comunes de vómito en los bebés son las infecciones estomacales o intestinales, originadas por virus, bacterias o parásitos que han tenido contacto con él. Estas infecciones pueden presentar síntomas adicionales como diarrea, fiebre, náuseas y dolor abdominal.
La clave está en reconocer el estado general de tu hijo. Si lo ves contento, cómodo, creciendo adecuadamente y sin problemas para respirar causados por el vómito, probablemente se trate de una regurgitación normal en lactantes. Sin embargo, si presenta otros síntomas como malestar general, llanto o vómito constante durante más de un día, es crucial que acudas al médico para que pueda evaluar a tu pequeño y determinar la causa subyacente.
Cómo aliviar el reflujo del bebé
Aquí hay algunos remedios para el reflujo del bebé para ayudar a prevenir y aliviar los síntomas.
- Asegurarte de que la cabeza y el cuerpo del bebé estén en línea recta durante la lactancia.
- Pedir a tu médico que te observe mientras haces eructar a tu bebé, ya que puede ofrecerte algunos trucos útiles.
- Si estás dando leche de fórmula, intentar ofrecer tomas más pequeñas con mayor frecuencia y en una posición más vertical, evitando acostarlo después. Siempre con la recomendación de tu médico.
- Evitar realizar cambios en tu dieta si estás amamantando.
- Asegurarte de que tu bebé esté recostado boca arriba al dormir.
- Tener a mano una toalla limpia o un paño para eructar en caso de ser necesario limpiar.
- Hablar con tu médico sobre los probióticos, ya que la investigación ha demostrado que la L. reuteri puede proporcionar alivio al equilibrar las bacterias en los intestinos de tu bebé.
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