La crianza emocional de los niños
Tan importante como cuidar a tus hijos en materia de salud es preocuparse de su crecimiento y maduración emocional.
Tan importante como cuidar a tus hijos en materia de salud es preocuparse de su crecimiento y maduración emocional. ¿Pero por dónde empezar? Día a día la educación de nuestros hijos está llena de detalles que pueden hacer la diferencia.
¿Por qué es importante el manejo de las emociones?
Las emociones son muy importantes en nuestra vida, se dice que le dan color. Pero nunca nos enseñaron a manejarlas. Les tenemos un poco de miedo. Las emociones en sí no son buenas ni malas, simplemente son. Lo que varía es el uso que hagamos de ellas.
Con seguridad, las personas más felices son las que saben manejar mejor sus emociones. Ellas son un capital, un tesoro que tenemos para cuidar la vida.
¿Por qué es conveniente expresar las emociones?
Las emociones son fuerzas interiores que impulsan nuestras acciones. A un hijo se lo debe estimular, permitiéndole manifestar sus emociones sin cohibirse. Por ejemplo si está llorando no es bueno decirle: “Dejá de llorar por algo sin importancia”, o ante una expresión de alegría: “Calmate, no es para tanto”. También es necesario que exprese su rabia, aun contra sus padres en determinado momento. Sin embargo, él debe comprender desde el principio que la expresión de sus sentimientos no puede llevarlo a agredir a otros ni a sí mismo.
¿Hay emociones femeninas y masculinas? ¿Debo guiar de manera diferente a mi hija que a mi hijo en la expresión de sus emociones?
Frecuentemente, los padres esperamos que nuestros hijos e hijas, por ser hombres o mujeres, sientan de determinada manera: que las hijas sean amorosas, tranquilas y suaves, pero que los hijos sean duros, despiertos e hiperactivos. Y de forma anticipada, los vestimos de rosa o azul y les damos muñecas o cocodrilos para que jueguen.
Está claro que somos diferentes entre los dos sexos, y esto se nota en el énfasis de ciertas emociones. Pero no debemos crear barreras artificiales, ni condicionar en este aspecto a nuestros hijos. Los roles o papeles de ser hombre o mujer no deben ser rígidos. Tanto los hombres como las mujeres somos personas que sentimos, por lo que es conveniente no estigmatizar las emociones ni imponer modelos de conducta tajantes.
Fuente:
Libro PLATA RUEDA "Preguntas de padres y madres", de Francisco Leal Quevedo. Editado por EDITORIAL MEDICA PANAMERICANA y obsequiado por Nestlé Nutrition en Colombia.
Artículos relacionados